De verdad ha sido una estancia excelente a principios de septiembre.

Hotel único súper limpio con un servicio muy bueno y vistas a la ciudad Había té y también huevos para desayunar, estaba todo riquísimo. Una habitación bien equipada y de buen tamaño con un baño excelente y una caja fuerte, una nevera, una plancha y tabla de planchar. Ubicación en las inmediaciones del aeropuerto, de zonas de restaurantes y zonas comerciales. Ubicación, muy cerca de la Iglesia de Santa Maria Zobenigo...

Nos han encantado sus habitaciones con camas y almohadas cómodas. Todo junto creaba un ambiente único. El servicio fue estupendo, el desayuno fue maravilloso y exquisito. Las instalaciones de verdad que eran buenísimas. Más aún, estaba muy bien situado, era fácil llegar a la Galería de la Academia. También estaba no muy lejos de restaurantes y de zonas de restaurantes y zonas comerciales y también de jardín.

Acogedor, tranquilo, limpio, cómodo, buen desayuno, buena atención.

No hay nada malo que decir.

la situacion. La decoración, el ambiente acogedor y el tamaño del hotel te hace sentir como en casa.

La amabilidad de las personas que llevan la recepción es perfecta, hacen que te sientas en tu casa. Te aconsejan sitios que ver y conocer apreciando el arte y el buen gusto así como, sólo si insistes mucho, te indican sitios maravillosos para comer. La decoración está cuidada al detalle, el desayuno es muy bueno y existe una sala para tomar tes, cafés y/o bebidas muy acogedora. Todo perfecto.

Nada que reprochar.

Nos alojamos en un hotel boutique ubicado en un callejón tranquilo, cercano a todos los lugares de interés en el centro de la ciudad. La habitación era acogedora y tenía una decoración étnica que le daba un toque especial. Además, contaba con aire acondicionado, televisor y minibar con agua gratis. El personal fue amable y servicial, brindándonos consejos sobre actividades locales. Disfrutamos de un desayuno sabroso, con opciones de bollería de calidad y té marroquí. nos encantó la posibilidad de tomar café y licores en la sala del desayuno durante el resto del día.

Nos ha gustado todo. La ubicación es excelente, céntrica pero fuera del bullicio del turismo.

Este pequeño hotel fue una grata sorpresa durante mi estancia en esta mágica ciudad. Primero, el precio fue muy razonable considerando todo lo que ofrece este hotel. Segundo, el personal era extremadamente amable y servicial, especialmente Marisa, quien se aseguró de que nuestra estancia fuera perfecta. Además, las habitaciones eran acogedoras y cómodas, con camas y almohadas que te hacían sentir como en casa. Por último, el desayuno era delicioso, con opciones variadas y el cappuccino de Martia verdaderamente adictivo, como mencionaba otra reseña.

No encontré ningún aspecto que pudiera mejorar. Todo estuvo bien.